domingo, 19 de julio de 2020

NO EXISTE LA LICOMAQUIA IBERA

𝕖𝕝 𝕝𝕠𝕓𝕠 𝕤𝕒𝕘𝕣𝕒𝕕𝕠

He ido comentando el fuerte vínculo entre el guerrero ibero y el lobo. Una estrecha relación en la vida y en la muerte. Este nexo se evidencia como hemos visto en armamento, orfebrería y escultura funeraria, y también es reflejo en la cerámica. Especialmente en la cerámica de la Alcudia (Elche) que está cargada a más no poder, de simbolismo litúrgico.
NO EXISTE LA LICOMAQUIA IBERA.
PARTE II.
Tradicionalmente se han considerado como lucha contra el lobo, matanzas o sacrificios, pero bajo mi personal punto de vista no lo son en absoluto, sólo hay que interpretar la escenografía, los signos y el simbolismo que encierran esas acciones que se representan. Me voy a centrar en las dos de las decenas que existen donde aparece el lobo, o el carnassier (carnicero como le tildan algunos).
La primera es la cerámica del héroe de la Alcudia (1). Donde se ve claramente como un pequeño guerrero armado en su diestra con una lanza sujeta con la siniestra a un lobo por su lengua. Esto es extraordinariamente… inusual. La imagen en un análisis sencillo parece una lucha, pero ¿lo es? Juzguen ustedes si en algún tipo de lucha el objetivo principal sería coger la lengua de un animal poderoso. Es puro simbolismo. Analicemos la kinésica y los signos.
Por la comparativa de tamaños, del guerrero y el lobo podríamos deducir que el guerrero es un joven, de corta edad. Por lo que podríamos tener un rito de iniciación. El joven ibero atrapa al lobo de la forma más complicada que existe para convertirse en él, en un guerrero. El lobo grande, el alfa deja su puesto al joven meritorio que consigue lo imposible, coger su lengua. Dominación que se aprecia en el lobo, que por la posición de sus patas delanteras, retrocede. El guerrero no necesita de su lanza, está detrás y sólo se usa en el dibujo para corroborar que se trata de un luchador.
La segunda es el vaso de los guerreros de la Serreta de Alcoi (2) (3) y (4), no completo en su parte donde se ve un lobo herido por flecha o lanza. En la parte posterior, detrás (y la posición es muy importante), un guerrero o ibero. No están enfrentados (igual dirección pero sentido contrario) miran en la misma dirección. Imagen (2). Pero es que además tenemos que analizar el contexto. Detrás del guerrero aparece una figura inquietante y distinta, no se trata de un guerrero. Es un personaje ataviado con túnica y gorro con borlas, un sacerdote (o un sanador), que sujeta unas flechas. Volvemos al simbolismo… para una escena de lucha no sería necesario esta figura extraña, ni la asistencia en ese momento. Dado a la quietud de una escena fija podríamos interpretar que está clavando flechas a mano en el lobo (algo improbable) o bien retirándolas! Si fuera así, la figura adicional tendría función y el guerrero estaría ayudando al lobo, al compañero dañado en combate. A esto se suma que la cerámica muestra una interpretación, ya que esa zona es reconstruida.
Es una visión diferente que desde mi punto de vista entiendo así, ya que me es muy difícil entender la contraria. El ibero no daña al lobo, él es un lobo. Es sagrado y vínculo y guía entre la vida y la muerte.
Y como dije antes, si existe de forma plausible una posibilidad (más aún en un contexto simbólico) la posibilidad contraria no se puede dar por cierta. Es una más.
Con esto concluyo las publicaciones sobre 𝕖𝕝 𝕝𝕠𝕓𝕠 𝕤𝕒𝕘𝕣𝕒𝕕𝕠.
Todo esto se desarrollará en el libro que empecé hace unos años y que se está cuajando a fuego lento...
Saludos.
Imagen (1) web.ua.es - Universidad de Alicante.
Imagen (2) y (3) web.ua.es - Universidad de Alicante.
“La habitación sagrada de la ciudad ibérica de la Serreta” Grau - Olmos – Perea.
Imagen (4) arqueologiaalicante.blogspot.com fotografía: Julio Asunción.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.