𝕖𝕝 𝕝𝕠𝕓𝕠 𝕤𝕒𝕘𝕣𝕒𝕕𝕠
He ido comentando el fuerte vínculo entre el guerrero ibero y el lobo.
Una estrecha relación en la vida y en la muerte. Este nexo se evidencia
como hemos visto en armamento, orfebrería y escultura funeraria, y
también es reflejo en la cerámica. Especialmente en la cerámica de la
Alcudia (Elche) que está cargada a más no poder, de simbolismo
litúrgico.
NO EXISTE LA LICOMAQUIA IBERA.
PARTE II.
Tradicionalmente se han considerado como lucha contra el lobo, matanzas
o sacrificios, pero bajo mi personal punto de vista no lo son en
absoluto, sólo hay que interpretar la escenografía, los signos y el
simbolismo que encierran esas acciones que se representan. Me voy a
centrar en las dos de las decenas que existen donde aparece el lobo, o
el carnassier (carnicero como le tildan algunos).
La primera es
la cerámica del héroe de la Alcudia (1). Donde se ve claramente como un
pequeño guerrero armado en su diestra con una lanza sujeta con la
siniestra a un lobo por su lengua. Esto es extraordinariamente… inusual.
La imagen en un análisis sencillo parece una lucha, pero ¿lo es?
Juzguen ustedes si en algún tipo de lucha el objetivo principal sería
coger la lengua de un animal poderoso. Es puro simbolismo. Analicemos la
kinésica y los signos.
Por la comparativa de tamaños, del
guerrero y el lobo podríamos deducir que el guerrero es un joven, de
corta edad. Por lo que podríamos tener un rito de iniciación. El joven
ibero atrapa al lobo de la forma más complicada que existe para
convertirse en él, en un guerrero. El lobo grande, el alfa deja su
puesto al joven meritorio que consigue lo imposible, coger su lengua.
Dominación que se aprecia en el lobo, que por la posición de sus patas
delanteras, retrocede. El guerrero no necesita de su lanza, está detrás y
sólo se usa en el dibujo para corroborar que se trata de un luchador.
La segunda es el vaso de los guerreros de la Serreta de Alcoi (2) (3) y
(4), no completo en su parte donde se ve un lobo herido por flecha o
lanza. En la parte posterior, detrás (y la posición es muy importante),
un guerrero o ibero. No están enfrentados (igual dirección pero sentido
contrario) miran en la misma dirección. Imagen (2). Pero es que además
tenemos que analizar el contexto. Detrás del guerrero aparece una figura
inquietante y distinta, no se trata de un guerrero. Es un personaje
ataviado con túnica y gorro con borlas, un sacerdote (o un sanador), que
sujeta unas flechas. Volvemos al simbolismo… para una escena de lucha
no sería necesario esta figura extraña, ni la asistencia en ese momento.
Dado a la quietud de una escena fija podríamos interpretar que está
clavando flechas a mano en el lobo (algo improbable) o bien
retirándolas! Si fuera así, la figura adicional tendría función y el
guerrero estaría ayudando al lobo, al compañero dañado en combate. A
esto se suma que la cerámica muestra una interpretación, ya que esa zona
es reconstruida.
Es una visión diferente que desde mi punto de
vista entiendo así, ya que me es muy difícil entender la contraria. El
ibero no daña al lobo, él es un lobo. Es sagrado y vínculo y guía entre
la vida y la muerte.
Y como dije antes, si existe de forma
plausible una posibilidad (más aún en un contexto simbólico) la
posibilidad contraria no se puede dar por cierta. Es una más.
Con esto concluyo las publicaciones sobre 𝕖𝕝 𝕝𝕠𝕓𝕠 𝕤𝕒𝕘𝕣𝕒𝕕𝕠.
Todo esto se desarrollará en el libro que empecé hace unos años y que se está cuajando a fuego lento...
Saludos.
Imagen (1) web.ua.es - Universidad de Alicante.Imagen (2) y (3) web.ua.es - Universidad de Alicante.
“La habitación sagrada de la ciudad ibérica de la Serreta” Grau - Olmos – Perea.
Imagen (4) arqueologiaalicante.blogspot.com fotografía: Julio Asunción.
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