La revolución neolítica agraria trae consigo, sin lugar a dudas, la producción de cerveza, ya que los primeros cereales cultivados fueron el trigo y la cebada. Y el proceso de fermentación puede ocurrir de forma muy casual y fácilmente. Simplemente, por mojar el grano para que fuese más fácil de amasar. A partir de ahí, ensayo y error. Cerveza casera neolítica y fiesta posterior sin duda. Fácil.
Volviendo al tema... a esa elaboración sencilla de mosto cervecero, se añadirían para contrarrestar el amargor, plantas y/o miel, que en el proceso de formación de alcohol, éste disolvería los aceites esenciales de éstas generando variedades y un enorme espectro de sabores. Pudiendo triunfar ciertas recetas y ganar prestigio entre territorios.
Los experimentados tartesios harían sus cervezas como los foceos, y estos como los otros, aproximadamente como el zythum, que lleva fruta madura, además de cereal, en esa búsqueda del umami prerromano. O bien, como la ibera y celtibérica caelia, más “pura”, si esto se puede decir.
Sea como fuere los iberos bebían, y posiblemente mucha, cerveza en las ocasiones festivas y en los rituales. Acciones que cambiarían en los últimos siglos con la romanización y la nueva moda de las élites, el vino (aguado). Qué fue desmarcando y desplazando a la cerveza incluso en las libaciones...
De muestra, un botón:
«Los pueblos de Occidente consiguen también emborracharse macerando cereales; estas bebidas, en las Galias y las Hispanias, son de varias clases (zythos y caelia) y de nombres diferentes, pero obtenidas por el mismo procedimiento. En las Hispanias incluso se ha demostrado ya que estas bebidas soportan el envejecimiento»
Plinio, XIV, 149
“...beben zythos, y el vino, que escasea, cuando lo obtienen lo consumen en seguida derrochándolo en espléndidas comilonas familiares...”
Estrabón (Str. 3.3.7)
“... por el esplendor de su mesa, a la casa de cierto rey ibero. Cuenta que ese rey había tratado de igualar el lujo de los feacios, salvo el hecho de que las cráteras que estaban colocadas en el centro de la casa sólo contenían cerveza de cebada, aunque eran hechas de plata y oro”.
Haciendo ver que la cerveza era un líquido inferior al vino, que sería lo lujoso... mostrada cómo algo de bárbaros.
Pero, y aquí especulo sin pudor alguno (atendiendo a los hallazgos en este sentido), ¿y si el vaso campaniforme fuera el recipiente de esta cultura cervezera? ¿y si su difusión se debe al éxito de la receta? ¿y acabase acompañando al difunto en su viaje? ... ahí lo dejo salud!
Y no menos importante la gran frase romana de la imagen:
"𝐵𝑒𝑎𝑡𝑖 ℎ𝑖𝑠𝑝𝑎𝑛𝑖, 𝑞𝑢𝑖𝑏𝑢𝑠 𝑣𝑖𝑣𝑒𝑟𝑒 𝑏𝑖𝑏𝑒𝑟𝑒 𝑒𝑠𝑡"
Benditos los hispanos, para quienes vivir es beber.
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