miércoles, 17 de junio de 2020

OBVLCO (LA ANTIGUA IPOLKA)

OBVLCO LA CIUDAD MIMADA POR JULIO CÉSAR

Durante casi 200 años convivieron los iberos nativos con los romanos, hasta diluirse o integrarse en la nueva sociedad. Es importante conocer el tránsito (pacífico - fueron aliados) de una a otra cultura.

Texto de la noticia que recoge el diario ABCdesevilla:




Virgilio loó por escrito a Julio César por su victoria sobre Pompeyo en Munda. El poema fue grabado hace más de 2.000 años en una piedra que desapareció en el siglo XIX de la iglesia de San Benito, ubicada en Porcuna, la antigua Obulco, la ciudad amurallada más extensa de la España romana. Lo demuestran las casas nobiliarias imperiales, las 30.000 piezas de la época almacenadas en dependencias municipales (entre las que se encuentra una escudilla con el hueso de un pierna de cordero) y el anfiteatro descubierto, cuyo aforo supera las 25.000 personas.
Las dimensiones del anfiteatro romano descubierto en el subsuelo de Porcuna le sitúan entre los de mayores dimensiones de España. su capacidad iguala a la que tiene el de Itálica y es más elevada que la de Tarraco, Sagunto y Mérida. Está parcialmente enterrado, pero una partida de la inversión territorial integrada propiciará que pronto emerja un tercio del coliseo. Los 2 restantes están bajo viviendas de este municipio jiennense estrechamente vinculado a Roma por el apoyo que ofreció a Julio César en el año 45 antes de Cristo.
César, que apenas tenía apoyos en la Bética, escogió Obulco para preparar la batalla de Munda. Le urgía combatir, de modo que cabalgó 90 kilómetros por jornada para llevar a cabo el viaje desde Roma en 27 días. Veni, vidi, pero no vici. En la primera lid su ejército (6 legiones que sumaban 36.000 soldados) fue derrotado por el de Pompeyo, a cuyas tropas aplastó en segunda instancia. No hubo batalla de desempate. El vencedor, agradecido por la hospitalidad, confirió a la ciudad anfitriona la laureada de la época: el título de municipium pontificensis.
El dictador no eligió Obulco al azar. Experto en estrategia, captó la importancia de asentarse en un enclave idóneo, bien comunicado a través de la vía Exterior, cuyas calzadas enlazaban a su ciudad de origen con Iberia. Por la actual Porcuna transitaron hace 23 siglos las mercancías destinadas a otras ciudades de la Bética. Estaba situada, además, en el camino que enlazaba con Córduba, donde acampaba Pompeyo, que, previsiblemente, habría castigado a Obulco si hubiera sido otro el desenlace de la batalla.
Pero ganó César, con cuyo mandato coincide la época de prosperidad de Obulco. Por eso el municipio es hoy uno de los máximo referentes de la época romana en la Península Ibérica. Sus yacimientos abarcan 400 hectáreas. De ellas 100 la ciudad amurallada. Más que la de Mérida (60), la de Córdoba (60) y la de Cástulo (45). Únicamente Tarragona cuenta con una superficie similar a la de Porcuna, cuyo alcalde, Miguel Moreno, abandera numerosos proyectos para que emerja la gran historia, entre los que destaca la exhumación del anfiteatro.
El descubrimiento del coliseo ha reforzado la riqueza patrimonial de Porcuna. Los muros exhumados están en magnífico estado, merced, paradójicamente, a una desgracia arquitectónica, el derrumbamiento de estructuras, que protegió a los sillares de los habituales saqueos del patrimonio. También han permanecidos en buen estado otros magníficos vestigios romanos, como la cisterna de la Calderona, los recintos fortificados del Comendador y Jabonero y las casas nobles (domus) del sector de San Benito.
La ciudad romana se extendió por este sector, con fase de ocupación desde el siglo II antes de Cristo. Merced al proyecto Porcuna se realizaron excavaciones que propiciaron el descubrimiento de una calle enlosada flanqueada por lujosas casas de gran valor arquitectónico. En concreto, emergieron las domus más relevante de la Península Ibérica.
Junto a los pilares de las viviendas señoriales fueron hallados bancos de piedra en un magnífico estado instalados para el descanso de los viandantes. Bajo uno de ellos se encontró un plato con restos de comida. La escudilla forma parte de las decenas de miles de piezas romanas que el Ayuntamiento almacena en sus dependencias por la imposibilidad de exponerlas en el museo arqueológico.
El museo se encuentra en un el torreón de Boabdil del Castillo de Porcuna, construido en 1435 por la Orden de Calatrava. Está compuesto por dos salas. En la segunda se exponen lápidas, cerámica, capiteles, esculturas y monedas. La presencia del dinero es significativa porque evidencia la grandeza pasada de Obulco, que, por los mimos que recibió de Roma, contó desde el siglo III antes de Cristo con una ceca (fábrica de moneda) para imprimir sus propios ases.
La ceca romana de Obulco emitió por primera vez moneda hace 2.300 años. Los historiadores aseguran que su valor en el mercado era muy alto. Y explican la razón: los ases fueron utilizados para pagar el sueldo de soldados que no estaban ociosos. De hecho, la primera emisión se produjo en el marco de la segunda Guerra Púnica.
Más que César
La arqueología de Porcuna no está relacionada únicamente con Roma y con Julio César. A escasa distancia del yacimiento de San Benito está situado en un altozano el de Cerrillo Blanco, una necrópolis de origen ibérico que data del siglo VII antes de Cristo. De ella ha emergido el más importante conjunto escultórico de esta cultura que se ha descubierto en España.
Las piezas halladas en el túmulo funerario de 24 sepulturas han sido claves para interpretar esta civilización. La relevancia del yacimiento se deriva tanto de la cantidad de objetos encontrados (1.400 fragmentos) como de su valor artístico. Los mejores están expuestos en dos museos de Jaén, el provincial y el Ibero. También se muestran esculturas, cerámica, urnas y monedas en una sala del museo del municipio en el que fueron halladas.



 

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