𝙀𝙡 𝙥𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧 𝙏𝙤𝙧𝙤
El Torito de Porcuna.
La primera escultura en la península al toro fue en la ciudad prerromana de 𝙄𝙋𝙊𝙇𝙆𝘼, posiblemente formando parte de un monumento funerario tartesio.
Con un envolvente carácter orientalizante, tiene múltiples huecos y marcas, por lo que estaría decorado con flores y/o adornos de orfebrería, de oro u otros metales, procesando así una adoración fervorosa a la representación religiosa de un animal sagrado con un marcado carácter protector.
Lo estraordinario de esto, entre otros, es el increíble diseño y estética del torito sedente... con líneas sencillas, limpias, sugerentes y con detalles intrigantes como su flor de loto frontal. Una maravilla escultórica del s. VII aC y que será precedente de las habilidades escultóricas de los ipolkanos en años posteriores y en el Cerrillo Blanco.
Porcuna se sitúa como el primer lugar de adoración al toro en la península ibérica, e inevitablemente nos sugiere aromas minoicos en el retropaladar.
Os dejo el interesante y completo artículo de mi amigo
Luis Emilio Vallejo
y Teresa Chapa Brunet
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